Descansa en el paraíso versículo bíblico
Porque los que hemos creído entramos en ese reposo, tal como Él ha dicho: “Como juré en mi ira, no entrarán en mi reposo”, aunque sus obras estaban terminadas desde la fundación del mundo. Porque Él ha dicho en alguna parte con respecto al séptimo día: “Y Dios descansó el séptimo día de todas sus obras”;
En el séptimo día completó Dios Su obra que había hecho, y descansó en el séptimo día de toda Su obra que había hecho. Entonces Dios bendijo el séptimo día y lo santificó, porque en él descansó de toda Su obra que Dios había creado y hecho.
Entonces Moisés llamó a Josué y le dijo a la vista de todo Israel: “Esfuérzate y sé valiente, porque tú irás con este pueblo a la tierra que el Señor ha jurado a sus padres que les daría, y se la darás en herencia.
Y ahora el Señor, tu Dios, ha dado descanso a tus hermanos, como les habló; por tanto, volveos ahora e id a vuestras tiendas, a la tierra de vuestra posesión, que Moisés, siervo del Señor, os dio al otro lado del Jordán.
¿Está en la Biblia la oración del descanso eterno?
La inspiración directa de la Oración del Descanso Eterno en la Misa en latín procede de un libro apócrifo de la Biblia, 4 Esdras.
¿Cómo se dice descanso eterno?
“Concédeles, Señor, el descanso eterno, Y brille para ellos la luz perpetua. Que descansen en paz. Amén”.
Descanso eterno con dios
“Descanso eterno” es una de las diversas oraciones cristianas por los difuntos que se ha utilizado desde los primeros tiempos del cristianismo. En latín, la oración se conoce como “Requiem Æternam”. Se recita tras la muerte de un ser querido para pedir a Dios que bendiga al difunto, garantice su tránsito seguro al cielo (o paraíso) y asegure su descanso en paz.
La creencia en una vida después de la muerte es un aspecto importante del cristianismo. Los fieles creen que, tras la muerte, el alma o espíritu de una persona continúa en otro mundo. En el catolicismo romano, el estado en el que se entra inmediatamente después de la muerte es el purgatorio, una zona liminal donde el difunto se somete al juicio divino. Este juicio conduce a la condenación eterna en el infierno o a la admisión en el cielo. Algunos cristianos creen que el purgatorio es donde el alma se somete a una limpieza final, o purificación, antes de entrar en el cielo. Así lo afirma explícitamente el Catecismo de la Iglesia Católica:
“Todos los que mueren en gracia y amistad de Dios, pero todavía imperfectamente purificados, tienen en efecto asegurada su salvación eterna; pero después de la muerte se someten a la purificación, a fin de alcanzar la santidad necesaria para entrar en el gozo del cielo.”
Paz en el cielo versículo de la biblia
Hebreos 4:4-11 “Porque así ha dicho en alguna parte acerca del séptimo día: “Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día” ; y otra vez en este pasaje: “No entrarán en mi reposo”. [Salmo 95] Puesto que, por lo tanto, queda que algunos entren en él, y aquellos a quienes antes se les predicaron las buenas nuevas no entraron a causa de la desobediencia, Él vuelve a fijar un día determinado, “Hoy”, diciendo por medio de David después de tanto tiempo lo mismo que se ha dicho antes: “Hoy si oís Su voz, No endurezcáis vuestros corazones.” [en el Salmo 95] Porque si Josué les hubiera dado descanso, no habría hablado de otro día después de aquél. [en el Salmo 95] Queda, pues, un descanso sabático para el pueblo de Dios. Porque el que ha entrado en su reposo, ha reposado también él de sus obras, como Dios de las suyas. Procuremos, pues, entrar en ese reposo, no sea que alguno caiga siguiendo el mismo ejemplo de desobediencia”.
Sal 95:7-11 “Porque Él es nuestro Dios, Y nosotros el pueblo de su prado, y las ovejas de su mano. Hoy, si queréis oír Su voz, No endurezcáis vuestros corazones, como en Meriba, Como en el día de Masa en el desierto; “Cuando me probaron vuestros padres, Me probaron, aunque habían visto Mi obra. “Durante cuarenta años aborrecí a aquella generación, Y dije que era un pueblo que erraba en su corazón, Y que no conocía mis caminos. “Por eso juré en mi furor: En verdad no entrarán en mi reposo.”
El descanso espiritual en la Biblia
Noviembre es el mes de las Almas Santas. Es el 2 de noviembre, Día de Todos los Santos, cuando la Iglesia conmemora a los que han muerto marcados con el signo de la fe. Noviembre es el momento en el que nos acordamos de rezar especialmente por nuestros seres queridos y por todos aquellos que nos han precedido. También recordamos que la muerte no tiene la última palabra, porque con su dolorosísima pasión y su gloriosa resurrección, Cristo venció el poder de la muerte: “Oh muerte, ¿dónde está tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?” (1 Cor 15,55).
Las Almas Santas (o Pobres, como se las llamaba antes) son los fieles que han muerto en “gracia y amistad de Dios, pero todavía imperfectamente purificados, tienen en efecto asegurada la salvación eterna; pero después de la muerte se someten a la purificación, a fin de alcanzar la santidad necesaria para entrar en la alegría del Cielo” (CIC-1030-1031). Éstas son las almas del purgatorio y aún no han gozado de la Visión Beatífica. Para los que aún viven, es obligación cristiana rezar por las almas del purgatorio y “Santo Tomás de Aquino enseñó que no hay mayor caridad que practicar que ayudar a las almas que no pueden ayudarse a sí mismas en el purgatorio.”