¿Por qué es importante tomarse un descanso?
Seguramente intuye que hacer pausas en el trabajo y en la vida cotidiana para descansar es bueno para la salud. Después de un paseo, un rato en la naturaleza o unos minutos sin tareas pendientes, uno se siente mejor.
“Muchas personas no pueden elegir cuánto descansar. Tal y como está configurada la sociedad, tratamos el descanso como un privilegio, no como un derecho”, dice Julia Kocian, trabajadora social clínica licenciada y asesora de salud mental de la UW Medicine Graduate Medical Education.
Pero no tiene por qué ser así. Kocian señala que abogar por un salario digno junto con cambios en las políticas de permisos familiares, vacaciones, bajas por enfermedad e incluso la semana laboral de cuatro días puede ayudar a las personas a acceder al descanso, priorizar su bienestar y llevar una vida más sana.
“Lo que estamos aprendiendo es que algunas de las mismas actividades de consolidación que tienen lugar en nuestro cerebro cuando dormimos también se producen cuando descansamos”, afirma Samantha Artherholt, psicóloga y profesora clínica asociada del Departamento de Rehabilitación de la Facultad de Medicina de la UW.
¿Son beneficiosas las pausas?
Los estudios demuestran que hacer pausas intencionadas (de 5 a 60 minutos) para refrescar el cerebro y el cuerpo aumenta la energía, la productividad y la capacidad de concentración. Ten en cuenta que las redes sociales no funcionan bien como “pausa intencionada” (consulta la investigación).
¿Por qué todo el mundo necesita una pausa en el trabajo?
Todo el mundo necesita un descanso de vez en cuando para aliviar el estrés. Incluso si no puedes tomarte unas grandes vacaciones, una escapada o un breve descanso puede ser una forma valiosa de sentirte restablecido y renovado. También es esencial tomarse breves descansos periódicamente a lo largo del día para recargar la atención y la productividad.
Pausa durante la jornada laboral
Kim insiste en que la forma en que las personas se toman sus microdescansos debe depender de ellas mismas, ya que es probable que los distintos sectores se adapten a diferentes tipos de descanso. “Las organizaciones pueden querer proporcionar una especie de entorno libre en el que sus empleados puedan tomarse sus oportunidades de recuperación en función de sus necesidades, y formar a sus empleados sobre cómo equilibrar su presión y su bienestar”, afirma.
Metters recomienda hacer algunos estiramientos en el escritorio, acercarse a la ventana para ver qué pasa fuera – “Eso relaja los ojos y el cerebro”, dice- o incluso simplemente reclinarse un rato en la silla. Si te preocupa que te cueste espaciar las pausas de manera uniforme, sugiere colocar un reloj de arena en la mesa.
Si tienes pensado pedir permiso a tu jefe para hacer microdescansos, Osman tiene un consejo inteligente: no lo llames descanso, sino “cambio de actividad”. Puede que se preocupen ante la perspectiva de que sus empleados vean vídeos de gatos famosos o consulten el teléfono cada pocos minutos.
Cómo descansar entre trabajo y trabajo
Los empresarios se están dando cuenta y animan a sus empleados a hacer pausas frecuentes a lo largo del día. Esta estrategia está dando buenos resultados. Según The New York Times, los estudios han demostrado que fomentar los descansos regulares ayuda a los empleados a ser más creativos y productivos. Como resultado, se reduce el agotamiento y el estrés.
Según la Facultad de Medicina de Harvard, pasar tiempo al aire libre aporta numerosos beneficios para la salud. La vitamina D que se obtiene de la luz solar puede ayudar a prevenir afecciones cardiacas, cáncer, depresión y otros problemas de salud. La luz del sol también hace a la gente más feliz. Más felicidad equivale a más productividad.
Los estudios han relacionado el tiempo pasado al aire libre con una mayor concentración, una mejor memoria a corto plazo y una reducción de la niebla cerebral. Salir a comer al aire libre puede mejorar la productividad después de la comida y ayudar a los empleados a olvidarse del bajón vespertino.
Crear más asientos al aire libre para los empleados y mejorar al mismo tiempo el aspecto exterior de su empresa es un buen comienzo. Disponer de asientos amplios puede animar a los trabajadores a hacer la pausa del almuerzo al aire libre, lo que les dará energía para una tarde productiva. Un toque de vegetación también contribuye en gran medida a mejorar el aspecto de su zona de asientos al aire libre, al tiempo que crea un entorno tranquilo para el disfrute de los empleados.
Descansos
Quizá le cueste hacer pausas. Sabemos que no es tan sencillo como parece. Puede que pienses que te estás encogiendo de hombros ante el trabajo o que eres un vago, pero te equivocas. Cuando aprendas lo valioso que es tomarse un respiro sin perder el control, te preguntarás por qué no empezaste a hacerlo antes.
No se trata de si debemos hacer pausas. Es cuestión de cuándo y durante cuánto tiempo. Una pausa es un tiempo para uno mismo. Es cuando tienes la oportunidad de levantarte y estirarte, comer algo o buscar alivio para el estrés. Hacer una pausa en el trabajo es necesario para la productividad y la concentración.
La idea de que tenemos que estar concentrados en una sola tarea el mayor tiempo posible ha sido desmentida por muchos estudios. De hecho, los investigadores han descubierto que cuando nuestro cerebro se acostumbra a algo, el rendimiento y la productividad empiezan a caer en picado.
También han descubierto que prestar atención a una única tarea durante demasiado tiempo es perjudicial para el rendimiento, pero hacer pequeñas pausas nos ayuda a mantener la concentración durante más tiempo. Por eso son importantes las pausas cerebrales: nos permiten reagruparnos y recuperar la atención, en lugar de seguir luchando por la concentración, lo que al final sólo nos hace improductivos.